Bajo un Palmar With Gaby

Aún lo recuerdo como si hubiera sido ayer. Recuerdo cuando fue a recogerme en casa y recuerdo lo nerviosa que estaba y hasta la ropa que usé. Recuerdo el día desde que comenzó hasta que terminó. Recuerdo las melodías que escuchamos de camino, tanta armonía. Recuerdo cómo se sentía tu mano con la mía. Recuerdo el aroma y hasta tus groserías. Recuerdo cada rima que tenía tu nombre y no lo sabías. Recuerdo el olor a los libros cuando salimos. Recuerdo lo cálido que estaba el día. Recuerdo la gente y la plaza al medio día. Recuerdo el helado de chocolate cuando empezó a calentar la tarde. Recuerdo cómo estuvimos horas esperando el cerrajero. Recuerdo que distraídos, olvidamos las llaves del carro pegadas al volante. Recuerdo la conversación. Recuerdo cada detalle de ese día. Recuerdo cómo tu corazón latía cuando mi cabeza se recostaba sobre tu pecho. Recuerdo la poesía. Recuerdo tus besos. Sentirte tan cerca es una agonía, porque sé que estas lejos. A ti extraño mío, te ...

Mientras me sentaba en la sala de la casa y escuchaba a Ricardo Arjona, me puse a pensar en nuestro estado actual de cuarentena y cómo de alguna manera ha tenido ciertas cositas positivas. Durante estos días, me he dedicado a lavarme las manos constantemente y a intentar estudiar de física lo mas que pueda para no perder ese reality check. He tenido tiempo de desayunar con calma y de almorzar en la mesa con mi familia. He tenido chance de desconectarme y redescubrirme.  Diciendo esto, hemos estado completamente aislados y recogidos en nuestros hogares para evitar que el virus se siga regando y proteger nuestra salud. Compramos altas cantidades de antibacterial y papel de baño, compramos snacks, comidas de lata y cuanto artículo hay para poder abastecer nuestras necesidades principales durante estos días.  Pero, ahora digo yo, y si tomamos este tiempo de cuarentena para cuarentenar nuestro corazón? Me explico, así como nos alejamos de las demás personas y no salimos a lugar...