"Habla de mi..."
Honestamente no se ni como comenzar a escribir esto, porque tengo el corazón lleno de muchísimas emociones en este momento. Pero, solo dejare que el Espíritu Santo se manifieste y me utilice como su instrumento.
Les cuento que estoy en semana de finales y que la cantidad de estrés que tengo es irreal. Hoy estaba de camino a mi examen de las 8:30am y mientras guiaba, decidí escuchar mi emisora de música cristiana. Me gusta escucharla y orar mientras lo hago, es un tiempo íntimo entre Dios y yo.
Mientras estoy entregando a Dios todo lo que me estaba agobiando, pude escuchar como claramente decía “habla de mi”. Mi corazón se llenó de alegría y mi respuesta automática fue comenzar a llorar. Me puse a pensar en cómo aunque vivo mi vida de fe, aunque la amo y vivo por ella, nunca me había sentado a escribir sobre ella y lo mucho que me ha dado.
Cuando me estaciono, lo primero que me pregunte fue: “¿Por qué?” y lo única respuesta es otra pregunta “¿Cómo no hacerlo?”. Hablar con Dios siempre me llena de paz, siempre me da alegría, porque el Padre es la única fuente verdadera de paz. Anoche tenía muchas en la cabeza (al igual que hoy) y mi acción automática de anoche fue arrodillarme y orar. Una vez hice eso, pude sentir calma en mi corazón. Entregarle a Él todo sana y transforma. Él es mi refugio y mi fuerza.
Pienso que me dijo “Habla de mí” porque quería recordarme que su gracia y su misericordia me han llenado de propósito. Porque creer en El y vivir para Él está lleno de pruebas y de momentos difíciles, pero Él siempre nos acompaña. Porque aunque hay cosas que me angustian, su amor siempre me acompaña. Aunque tengo mucho estrés, Él es mi calma.
Durante nuestra vida, El Padre nos habla y siempre nos escucha. Nos ama tanto que nos da libertad, nos ama tanto que no importa las veces que pequemos o nos alejemos, nos recibe siempre con brazos abiertos. Hoy te hablo del amor de mi vida, te cuento como hablar con Dios sana y transforma. Si estas agobiado o cansado, entrega tus preocupaciones al Padre y veras como todo se transforma. Te confieso que Dios siempre escucha y no tan solo escucha, sino que responde. Papi siempre dice que parte de la respuesta de Dios, es la espera. Esperar y confiar en el plan de Dios no siempre es fácil, porque la vida de fe está llena de pruebas, pero son pruebas que nos ayudan a crecer. Luego de la espera viene la revelación del Su plan Perfecto y de su misericordia.
Recuerda que Dios es un Dios de amor y de misericordia. Su gracia nunca te abandonara. Eres amado, tal y como eres. Eres su creación perfecta.
Para concluir, les dejo este verso: “No temas, porque yo estoy contigo, no te inquietes, porque yo soy tu Dios; yo te fortalezco y te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa.” (Isaías 41:10) Tienes un Padre que te ama y te sostiene, confía tus preocupaciones a Él, dale cabida en tu corazón y verás como todo se transforma.
With love, Gabriela ♥
Les cuento que estoy en semana de finales y que la cantidad de estrés que tengo es irreal. Hoy estaba de camino a mi examen de las 8:30am y mientras guiaba, decidí escuchar mi emisora de música cristiana. Me gusta escucharla y orar mientras lo hago, es un tiempo íntimo entre Dios y yo.
Mientras estoy entregando a Dios todo lo que me estaba agobiando, pude escuchar como claramente decía “habla de mi”. Mi corazón se llenó de alegría y mi respuesta automática fue comenzar a llorar. Me puse a pensar en cómo aunque vivo mi vida de fe, aunque la amo y vivo por ella, nunca me había sentado a escribir sobre ella y lo mucho que me ha dado.
Cuando me estaciono, lo primero que me pregunte fue: “¿Por qué?” y lo única respuesta es otra pregunta “¿Cómo no hacerlo?”. Hablar con Dios siempre me llena de paz, siempre me da alegría, porque el Padre es la única fuente verdadera de paz. Anoche tenía muchas en la cabeza (al igual que hoy) y mi acción automática de anoche fue arrodillarme y orar. Una vez hice eso, pude sentir calma en mi corazón. Entregarle a Él todo sana y transforma. Él es mi refugio y mi fuerza.
Pienso que me dijo “Habla de mí” porque quería recordarme que su gracia y su misericordia me han llenado de propósito. Porque creer en El y vivir para Él está lleno de pruebas y de momentos difíciles, pero Él siempre nos acompaña. Porque aunque hay cosas que me angustian, su amor siempre me acompaña. Aunque tengo mucho estrés, Él es mi calma.
Durante nuestra vida, El Padre nos habla y siempre nos escucha. Nos ama tanto que nos da libertad, nos ama tanto que no importa las veces que pequemos o nos alejemos, nos recibe siempre con brazos abiertos. Hoy te hablo del amor de mi vida, te cuento como hablar con Dios sana y transforma. Si estas agobiado o cansado, entrega tus preocupaciones al Padre y veras como todo se transforma. Te confieso que Dios siempre escucha y no tan solo escucha, sino que responde. Papi siempre dice que parte de la respuesta de Dios, es la espera. Esperar y confiar en el plan de Dios no siempre es fácil, porque la vida de fe está llena de pruebas, pero son pruebas que nos ayudan a crecer. Luego de la espera viene la revelación del Su plan Perfecto y de su misericordia.
Recuerda que Dios es un Dios de amor y de misericordia. Su gracia nunca te abandonara. Eres amado, tal y como eres. Eres su creación perfecta.
Para concluir, les dejo este verso: “No temas, porque yo estoy contigo, no te inquietes, porque yo soy tu Dios; yo te fortalezco y te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa.” (Isaías 41:10) Tienes un Padre que te ama y te sostiene, confía tus preocupaciones a Él, dale cabida en tu corazón y verás como todo se transforma.
With love, Gabriela ♥
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