Síndrome del Jersey viejo


Hola hola, ya sé que llevo algún tiempito sin publicar, pero con la Rebeca (mi bota) y la universidad, el tiempo “libre” que tengo es súper limitado. Como saben, en agosto me desgarré el tendón de Aquiles y aún sigo en recuperación. Han sido unos meses súper interesantes y llenos de mucho crecimiento. Si quieres enterarte de más sobre la Rebeca, mi fe y otras cositas, te invito a que me sigas en Instagram @bajounpalmarwithgaby Y sin más preámbulos, la entrada de hoy.

Cuando era pequeña, siempre que pasaba algún tiempo, mi mamá nos hacía recoger el closet para sacar las cosas que no nos servían y regalarlas. Siempre que llegaba el día, yo me quería quedar con todo. Porque, aunque me encantaba la idea de poder regalar a otros, no quería que fueran mis cosas. Siempre me quedaba con ese feeling de pertenencia. Como si las cosas que no me servían, mágicamente me iban a volver a servir si me quedaba con ellas. Una vez revisaba la ropa con la que me había quedado, me daba cuenta de que realmente eran piezas que no iba a volver a usar. Una vez me daba cuenta, obviamente pues decidía regalar la ropa y seguir con mi vida. No iba a estar llenando mi closet de ropa que ya no me servía. No tenía sentido.

Pensando en esto, llegué a la conclusión del “síndrome del Jersey viejo”. Acordándome de algo que alguna vez había leído. Como con la ropa, a veces llenamos nuestro corazón de sentimientos que no necesitamos. Me explico, nos empeñamos en quedarnos con personas que quizá ya cumplieron su propósito en nuestras vidas. Pero, el nada más pensar que esa persona puede estar con otra, nos vuelve a dar ese feeling de pertenencia. Insistimos en tener a alguien en nuestra vida solo por llenar ese vacío o albergarlo en nuestro corazón, sin verdaderamente entender que es lo que estamos sintiendo.

El problema no es querer el jersey viejo que SABES que ya no te sirve. El problema es intentar recuperar el Jersey y quedarte con él, a sabiendas que no hay break de que te vuelva a quedar como antes...

Al final del día, recoger el closet (tu corazón), da cabida a mejores oportunidades y jerseys nuevas. Vaciar el corazón y llenarlo de momentos y sentimientos nuevos, nos permite volver a comenzar. Nos da paz y nos hace vivir una vida más feliz. Recuerda que tu corazón es prioridad. Vacía ese corazón de jerseys viejos, déjalos ir. La vida está llena de momentos bonitos y si tienes el corazón lleno de sentimientos no tan buenos, no podrás dar cabida a lo nuevo.

With love, Gaby.


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